Manchas, cicatrices, rejuvenecimiento facial, piel engrosada, depilación definitiva, arrugas, son algunas de las cuestiones que se tratan durante esta etapa del año.
Cuáles son las condiciones de la piel que se tratan durante el otoño y el invierno?
Cómo puedo mejorar mi piel?
Si queres mejorar el estado de tu piel, o tenes manchas, arrugas, cicatrices o simplemente queres verte mejor, a continuación encontrarás una guía para ponerte al tanto de los diferentes tratamientos dermatológicos que realizamos.
El acné es una enfermedad muy frecuente de la piel que afecta al 85% de los adolescentes, pudiendo perpetuarse además en la edad adulta.
Se trata de una patología que se origina por la retención de células muertas y seborrea (grasitud) dentro de los poros de la piel, los cuales se inflaman por la acción de ciertas bacterias.
En los pacientes que sufren de acné aparecen lesiones (granitos con pus y barritos) en rostro, pecho y espalda que si no son bien tratadas dejan como secuelas distintos tipos de marcas y cicatrices.
Las marcas y cicatrices por acné pueden generar mucha angustia, disminuir la autoestima y hasta causar depresión.
El acné debe ser adecuadamente tratado por el médico dermatólogo para prevenir la posibilidad y disminuir la cantidad de marcas y cicatrices.
De todas formas, si estas ya aparecieron, debe definirse el tratamiento apropiado para mejorarlas, siempre teniendo en cuenta el tipo de cicatriz y el color de piel del paciente.
Cómo atenuar las marcas del acné?
El acné puede provocar diferentes tipos de cicatrices que se tratan de modo diferente.
Las marcas pueden ir desde manchas (máculas), cicatrices circulares distensibles (rolling scars), cicatrices rectangulares (boxscars), cicatrices menores a 2 milímetros, cicatrices muy profundas, y cicatrices sobreelevadas de gran tamaño (queloides).
En base al tipo de marcas y su antigüedad, el dermatólogo definirá el tratamiento a realizar. La mejoría oscilará según cada caso entre un 30% y un 70%.
Las técnicas que se utilizan varían según la forma y antigüedad de las cicatrices. A continuación un detalle sobre los diferentes tratamientos que se realizan para mejorar las distintas marcas:
Para tener en cuenta:
Las manchas en la piel del rostro tienen un impacto negativo en la vida social de mujeres y hombres que sienten por este motivo alterada su calidad de vida.
Luego del verano esas manchas se acentúan y oscurecen, constituyendo una preocupación importante en quienes las presentan.
Manchones amarronados relativamente amplios y difusos en la frente, nariz, mejillas y alrededor de la boca en dermatología reciben el nombre de Melasma.
Si bien los hombres también pueden verse afectados es diez veces más común en el sexo femenino.
Existen factores que predisponen y son responsables de la aparición de manchas: genética, exposición al sol, la luz visible demasiado intensa, el embarazo, pastillas anticonceptivas, cambios hormonales y cosméticos que irritan la piel.
En numerosos casos, sobre todo en pieles más oscuras, las manchas aparecen luego de una lastimadura, irritación o inflamación de la piel. Los dermatólogos denominamos a este tipo de reacción con el nombre de pigmentación postinflamatoria y se presenta a menudo luego de lesiones de acné, depilación, golpes o picaduras.
Cada año luego del verano los pacientes con manchas oscuras en la piel se preguntan cómo pueden mejorar el aspecto de las mismas. La respuesta al tratamiento varía según la localización del pigmento en la piel.
El melasma puede ser epidérmico (superficial), dérmico (profundo) o mixto, según la ubicación en profundidad donde se encuentre el pigmento. Cuanto más superficial esté, mejor responderá al tratamiento.
Para mejorar las manchas el dermatólogo diseñará un programa de tratamiento acorde a las características de la piel del paciente (tipo de mancha, sensibilidad y coloración de la piel).
El otoño y el invierno son las mejores estaciones para realizarlo ya que disminuye la intensidad de la radiación ultravioleta.
El primer paso es indicar protección solar o cremas hidratantes que contengan factor de protección no menor a 30, de amplio espectro (UV A y UV B) y con óxido de titanio u óxido de zinc que bloquean también la luz visible que oscurece las manchas.
Cualquier maquillaje y cosmético hidratante o de limpieza que irrite debe suspenderse ya que empeorará las manchas.
Existen distintos tipos de cremas dermoaclarantes siendo las más efectivas las de venta bajo receta. El despigmentante más utilizado es la hidroquinona que se utiliza en concentraciones que van del 2 al 4%. Para potenciar su efecto muchas veces se indica asociada a tretinoína o al ácido glicólico, siempre teniendo en cuenta la tolerancia de la piel de cada paciente.
Normalmente lleva aproximadamente tres meses aclarar el aspecto de las manchas.
El peeling químico puede ser utilizado para ayudar a aclararlas pero es recomendado sólo en pieles claras y en el contexto de un tratamiento combinado. Los más utilizados son los ácidos glicólico, mandélico, láctico y salicílico.
La luz pulsada intensa puede ser útil en los casos más rebeldes o como complemento del tratamiento. Se indica una sesión al mes y se realizan entre cinco y seis sesiones.
Los lentigos solares son manchas marrones pequeñas que aparecen en dorso de manos y en el rostro debido a la exposición solar acumulada a lo largo de los años. También se tratan en otoño e invierno con ciertas topicaciones o con algunas sesiones de láser o luz pulsada intensa.
Es importante tener en cuenta que cualquier mancha debe ser examinada por el dermatólogo para que identifique su origen y determine la mejor manera de tratarla.
Es importante seguir las indicaciones que el profesional indique, con cuidado para obtener el máximo beneficio terapéutico y evitar irrtaciones de la piel que puedan empeorarlas.
La microdermoabrasión es una técnica ideal para mantener la piel joven, suave y limpia. Se obtienen resultados similares a los de los peelings más suaves, permitiendo retornar a las actividades habituales de manera inmediata.
Es, ideal para que la piel se renueve naturalmente ayudando a eliminar cicatrices y disminuir arrugas. Es un procedimiento estético no invasivo que elimina las capas màs superficiales de la piel.
Todas las exfoliaciones tienen el mismo objetivo: eliminar las células muertas e impurezas, atenuar cicatrices y arrugas superficiales. Una de las diferencias entre los distintos métodos de exfoliación, es el grado de profundidad al que pueden llegar: algunos lo hacen sólo a nivel de la epidermis y otros llegan hasta la capa media, la dermis. La microdermoabrasión consigue cambios similares a los peelings superficiales pero de una manera menos agresiva permitiendo retornar a las tareas habituales inmediatamente.
Este es un procedimiento estético que elimina las capas exteriores de células en la piel. La eliminación de las células muertas en las capas exteriores promueve la regeneración celular, incrementando la producción de colágeno y con ello la elasticidad.
Esta técnica, fue desarrollada en Europa hace varios años, y utiliza puntas de diamante que sin dolor eliminan las células muertas más superficiales de la piel. Después del tratamiento la piel se siente y se ve más suave y uniforme. Los resultados son inmediatos: los puntos negros y blancos son ablandados para que su extracción sea más sencilla. Las cicatrices de acné y las estrías son menos visibles, los poros dilatados y líneas de expresión son menos notorios.
Este tratamiento se realiza una vez cada 10 a 15 días, dependiendo del caso para el cual fue indicado y el tipo de piel y tolerancia de cada paciente. Por lo general se indica un promedio de 6 sesiones.
Los beneficios son múltiples:
Previo al tratamiento, el dermatólogo puede indicar ciertas cremas que preparan la piel maximizando la efectividad de la microdermoabrasión. Las mismas se suspenden 48hs antes de realizar el procedimiento.
El único cuidado posterior al tratamiento, es respecto del sol, siendo muy importante la utilización del protector solar indicado por el profesional para el tipo de piel del paciente.
Si no te convence el aspecto estético de tu piel un peeling químico es una alternativa interesante para conseguir el cambio deseado.
Un peeling es un tratamiento dermatológico no invasivo ni doloroso indicado para mejorar el estado de la piel. Consiste en la aplicación de un producto químico para exfoliar y desprender las células viejas y dañadas que son reemplazadas por una nueva piel regenerada, lisa y suave, con menos marcas y arrugas.
El peeling puede ser superficial, medio o profundo, dependiendo del tipo de piel y del problema a corregir.
El dermatólogo determina cuál es el peeling más apropiado para cada paciente.
La exfoliación química de la piel se indica para lograr cambios en la textura de la piel, tratar manchas, arrugas finas, poros dilatados, y cicatrices.
Los peelings químicos consisten en la aplicación de ciertos ácidos sobre la piel. La elección del ácido a aplicar varía según lo que se necesite mejorar y el estado y tolerancia de la piel de cada paciente.
Los mismos pueden ser utilizados en las arrugas ocasionadas por el sol y el paso de los años. Los ácidos que se utilizan en estos casos son útiles para mejorar arrugas superficiales y modificar el aspecto mate u opaco de la piel. Cuando las arrugas son más profundas se pueden aplicar también sustancias de relleno como el ácido hialurónico que otorga volumen e hidrata la piel. Para mejorar las arrugas de expresión de entrecejo, frente o patas de gallo se indica la aplicación de toxina botulínica (Botox).
Los peelings también son útiles para mejorar el exceso de grasitud (seborrea) y poros dilatados, así como ciertos tipos de acné.
Para tratar las marcas y cicatrices ocasionadas por el acné pueden indicarse peelings con ácido tricloroacético, siempre teniendo en cuenta el tipo de piel del paciente. Suelen combinarse con rellenos de las cicatrices y microdermoabrasiones un tipo de peeling mecánico que se realiza con una punta de diamantes.
Los peelings dermatológicos los realiza el dermatólogo en su consultorio, habiendo previamente definido el tipo de peeling a realizar e indicado ciertas cremas que el paciente debe utilizar los días previos a iniciar el tratamiento para preparar su piel e incrementar los resultados del mismo.
El paciente siente cierta sensación de calor o picazón durante el procedimiento que cede con la colocación de máscaras y/o cremas refrescantes.
El dermatólogo indicará medidas para reducir la inflamación y humectar la piel, siendo fundamental la utilización de protección solar.
El paciente se retira con la piel eritematosa (ligeramente colorada, similar a la exposición solar), y luego de horas comenzará a percibir la descamación celular.
Los peelings se indican cada quince a veinte días, realizándose un promedio de cinco sesiones en el año.
Cuando los pacientes por cuestiones sociales no pueden tener la piel eritematosa o descamada se indican peelings más suaves y superficiales, o se elige otro procedimiento como por ejemplo la microdermoabrasión con punta de diamantes.
Las personas que padecen herpes perioral a repetición (ampollitas que aparecen alrededor de la boca causadas por un virus) deben recibir ciertos comprimidos antes del peeling.
Los pacientes que toman isotretinoína (medicamento para combatir el acné) deben esperar seis meses de haber finalizado el tratamiento antes de realizarse cualquier tipo de peeling.
Existen diferentes tipos de ácidos que se utilizan para realizar peelings. La acción de cada uno de ellos varía dependiendo del PH y la concentración a la cual se utilicen.
Ácido Láctico: se extrae de la leche, tiene propiedades hidratantes y renovadoras de la piel. Se utiliza para tratar manchas y determinados tipos de acné.
Ácido Glicólico: se extrae de la caña de azúcar. Es una molécula de pequeño tamaño que consigue buena penetración en la piel. Puede irritar. Se indica en manchas, envejecimiento y acné no inflamatorio.
Ácido Salicílico: se extrae de las hojas del sauce. Penetra con facilidad en los poros de la piel y tiene efecto antiséptico por eso es muy útil para desinflamar lesiones de acné. Ha demostrado beneficios también para tratar manchas.
Ácido Mandélico: se extrae de las almendras y tiene la ventaja de no producir tanta irritación como el ácido glicólico siendo útil para tratar manchas y acné en pieles más sensibles. Puede emplearse en pacientes con piel oscura.
Ácido Retinoico: estimula la formación de colágeno y reduce la dilatación de los poros, es útil para tratar el envejecimiento de la piel y el acné no inflamatorio.
Ácido Tricloroacético: produce coagulación proteica y síntesis de nuevo colágeno. Se indica para tratar cicatrices más profundas y pieles muy fotoenvejecidas. Debe realizarse siempre en pieles claras.
Los nuevos agentes utilizados para realizar peelings y las nuevas combinaciones de técnica permiten maximizar los resultados y minimizar los efectos adversos.
Consideramos fundamental que tu dermatólogo te explique detalladamente cuáles son los cambios que van a obtenerse en tu piel con los peelings, así como las pautas de cuidado previas y posteriores al procedimiento.